Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

Las prosas de Tomás Morales: una faceta desconocida.

Jueves, 23 de Marzo de 2006
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 97

El próximo viernes, a las 20:00 horas, se presenta en el Museo Canario Prosas. Tomás Morales. La introducción, la compilación y las notas de este libro están realizadas por Antonio Henríquez Jiménez. La ilustración de la cubierta es obra de Sergio Gil Socorro. Anroart Ediciones ha sido la editorial encargada de sacar a la luz estos atractivos escritos.



Se trata de la reunión de 44 textos en prosa de Tomás Morales, de distinto signo y tamaño. Algunas de las prosas han sido publicadas ya por Sebastián de la Nuez Caballero, Jenaro Artiles, Manuel González Sosa, Juan Manuel Bonnet y otros; otras prosas se exhuman ahora de periódicos o revistas de la época: varias reseñas de teatro, un texto sobre la visita de Salvador Rueda a Las Palmas, dos textos sobre el poeta canario Gonzalo Molina, una reseña sobre un libro del italiano Biagio Chiara, una nota sobre José Franchy y Roca, dos textos dedicados a Francisco González Díaz (en nota se publica un soneto de Morales dedicado a un libro de González Díaz), una carta a Alonso Quesada participando en un homenaje a don Fernando Inglott Navarro, otra carta a favor de Alonso Quesada, las palabras de Morales sobre el retrato de Fernando León y Castillo pintado por Nicolás Massieu, unas pocas palabras sobre una novela de José Rial, las palabras de Morales en un banquete celebrado en su honor, una carta colectiva a un periódico de San Sebastián a favor de los liberales de aquella ciudad que abogaron por una aportación para el monumento a Benito Pérez Galdós en Las Palmas. Se dan noticias de otras posibles prosas no encontradas.

En la contracubierta del libro se puede leer lo siguiente:

La gloria de Tomás Morales está basada en su contribución a la poesía dentro del mundo hispánico, a la escritura en verso; verso que parece comenzó a sacar a la luz del público en la prensa de Las Palmas, por 1903, en el periódico El Teléfono, a la edad de 19 años, en la época en que se encontraba estudiando Medicina en Cádiz. Con su paso a Madrid en 1905, amplía sus horizontes, sobre todo poéticos. Comienza a publicar en revistas de tirada nacional, como Renacimiento Latino o Revista Latina, y a ser señalado por la crítica como gran poeta. La publicación, en 1908, de su primer libro de poemas lo consagra como una voz importante dentro del panorama de la lírica española.

En paralelo a su labor como poeta, de vez en cuando iba apareciendo en la prensa diaria y en las revistas literarias alguna que otra colaboración suya como prosista. Esa actividad no le dio la fama que la poesía. Comenzó publicando un cuento, pero luego lo vemos participando en la actividad crítica de revistas y periódicos, hablando de las producciones escritas, sobre todo de amigos, y reseñando veladas teatrales de su ciudad natal. Dejó escrita, y se representó, una obra de teatro en prosa,
La cena en casa de Simón, cuyo nombre cambiaría enseguida por La cena de Bethania. Proyectó otras obras dramáticas en prosa que no llegó a realizar. Él mismo le cuenta a un entrevistador, en el último año de su vida, que lo suyo es el verso y no la prosa.

Esta obra del profesor Antonio Henríquez Jiménez es el resultado de una intensa investigación que ha permitido la compilación por primera vez en un libro de ¿todo? lo que escribió en prosa Tomás Morales, mostrándonos esa otra faceta menos cultivada del enorme poeta canario.

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