El lagarto gigante de La Gomera se ha convertido ya en la base para que los niños más pequeños de la Isla aprendan las letras, los números y los colores.
El objetivo es normalizar el conocimiento del lagarto gigante para que las nuevas generaciones lo vean como algo propio, igual que lo es el silbo o cualquier otra singularidad de La Gomera; se han preparado unidades didácticas especiales para los grupos de Primaria, Infantil y Secundaria, y ya se ha concretado el material para los niños de entre 3 y 5 años, y se trabaja en las actividades para los ciclos formativos superiores.
La iniciativa se incluye dentro del Programa de Participación Social que se recoge dentro del plan de acción que desarrolla el Life, y que cuenta con financiación insular, regional y europea, y concreta que mañana terminan unas jornadas que con este fin se han desarrollado en el colegio El Retamal de Valle Gran Rey, municipio en el que se localizaron los primeros lagartos gigantes de La Gomera y en el que está ubicado el Lagartario dedicado a la conservación y difusión de esta especie en peligro de extinción.
Los responsables del Lagartario trabajan con los niños a los que se explica cómo es un lagarto gigante, en qué se diferencia de otros, qué tamaño tiene, cómo se comunica, dónde viven y qué comen, entre otros conceptos que les sirven para que los pequeños distingan y refuercen conceptos esenciales de su formación entre los que están los colores, la alimentación o las operaciones matemáticas más sencillas.
Los alumnos de Primaria enriquecen el trabajo con redacciones y dibujos, que luego se exponen en unos paneles distribuidos por todo el centro educativo para tal fin, y la experiencia concluirá una vez pasadas las fechas navideñas con un encuentro que reunirá a los niños y a las niñas de todo el municipio en el colegio de El Retamal, para celebrar un día del lagarto.
Además, está previsto que la especie autóctona insular se convierta también en un tema central de muchos de los trabajos de los alumnos mayores, en los que se incidirá más en temas como la conservación del entorno y dentro de asignaturas como los idiomas, pues se ofrecerá bibliografía del lagarto para que los chicos y las chicas lean en lengua extranjera.
Se trata de facilitar información sobre qué comen los lagartos y tomarlo como excusa para generar hábitos de alimentación saludables entre los más jóvenes o explicarle los riesgos que corre esta especie en extinción como consecuencia de otros animales depredadores que andan sueltos, para que tomen conciencia de que los animales no son un juguete que se pide a los reyes y luego se abandona son otras de las posibilidades que ofrece el material con el que se trabaja.
La acción, que está prevista repetir cada año en un colegio de la Isla coincidiendo con la celebración de San Francisco de Asís, patrón de los animales, ha aprovechado el material de la exposición itinerante que en años anteriores recorrió todo el Archipiélago, y a la que los técnicos del Lagartario sumaron nuevas herramientas didácticas y elementos gráficos, además de charlas formativas para los profesores, pues serán ellos los encargados de introducir el lagarto en la enseñanza reglada.
El objetivo es normalizar el conocimiento del lagarto gigante para que las nuevas generaciones lo vean como algo propio, igual que lo es el silbo o cualquier otra singularidad de La Gomera; se han preparado unidades didácticas especiales para los grupos de Primaria, Infantil y Secundaria, y ya se ha concretado el material para los niños de entre 3 y 5 años, y se trabaja en las actividades para los ciclos formativos superiores.
La iniciativa se incluye dentro del Programa de Participación Social que se recoge dentro del plan de acción que desarrolla el Life, y que cuenta con financiación insular, regional y europea, y concreta que mañana terminan unas jornadas que con este fin se han desarrollado en el colegio El Retamal de Valle Gran Rey, municipio en el que se localizaron los primeros lagartos gigantes de La Gomera y en el que está ubicado el Lagartario dedicado a la conservación y difusión de esta especie en peligro de extinción.
Los responsables del Lagartario trabajan con los niños a los que se explica cómo es un lagarto gigante, en qué se diferencia de otros, qué tamaño tiene, cómo se comunica, dónde viven y qué comen, entre otros conceptos que les sirven para que los pequeños distingan y refuercen conceptos esenciales de su formación entre los que están los colores, la alimentación o las operaciones matemáticas más sencillas.
Los alumnos de Primaria enriquecen el trabajo con redacciones y dibujos, que luego se exponen en unos paneles distribuidos por todo el centro educativo para tal fin, y la experiencia concluirá una vez pasadas las fechas navideñas con un encuentro que reunirá a los niños y a las niñas de todo el municipio en el colegio de El Retamal, para celebrar un día del lagarto.
Además, está previsto que la especie autóctona insular se convierta también en un tema central de muchos de los trabajos de los alumnos mayores, en los que se incidirá más en temas como la conservación del entorno y dentro de asignaturas como los idiomas, pues se ofrecerá bibliografía del lagarto para que los chicos y las chicas lean en lengua extranjera.
Se trata de facilitar información sobre qué comen los lagartos y tomarlo como excusa para generar hábitos de alimentación saludables entre los más jóvenes o explicarle los riesgos que corre esta especie en extinción como consecuencia de otros animales depredadores que andan sueltos, para que tomen conciencia de que los animales no son un juguete que se pide a los reyes y luego se abandona son otras de las posibilidades que ofrece el material con el que se trabaja.
La acción, que está prevista repetir cada año en un colegio de la Isla coincidiendo con la celebración de San Francisco de Asís, patrón de los animales, ha aprovechado el material de la exposición itinerante que en años anteriores recorrió todo el Archipiélago, y a la que los técnicos del Lagartario sumaron nuevas herramientas didácticas y elementos gráficos, además de charlas formativas para los profesores, pues serán ellos los encargados de introducir el lagarto en la enseñanza reglada.