Revista nº 1041
ISSN 1885-6039

Semana de la papa chasnera.

Viernes, 13 de Junio de 2008
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 213

Este encuentro trataba de revalorizar un cultivo con alto componente cultural y etnográfico, y recordar a la población la raíz rural de la Isla.


El Cabildo de Tenerife y el ayuntamiento de Vilaflor celebraron la semana pasada las IV Jornadas de la papa chasnera, un encuentro que, en palabras del consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca de la corporación, José Joaquín Bethencourt, “pretende reivindicar y concienciar a la población de la Isla de la necesidad de conservar el consumo de este alimento, con un cultivo característico en jable, propio de la zona de Chasna”.

El consejero recordó que este no ha sido un año halagüeño para el cultivo, debido a la ola de calor que ha arrasado gran parte de la producción, sobre todo en la zona Norte. “Sin embargo”, prosiguió, “en lugar de entristecernos, debemos seguir organizando acciones para el conocimiento de sus variedades y el rescate etnográfico de las distintas variedades, más en este año que ha sido declarado Año Internacional de la Papa”.

Las jornadas, que se celebraron en Vilaflor entre el 5 y el 8 de junio, comenzaron con varias charlas educativas en los colegios y continuaron con unas jornadas técnicas sobre el cultivo de la papa colorada baga en El Rosario; plagas y enfermedades en el cultivo de la papa; y los resultados de variedades de ensayo de papa blanca.

Los encuentros lúdicos estuvieron reservados para el fin de semana con una exhibición de cocina en directo el sábado 7 de junio. Se elaboró pan de papa azucena, hubo degustaciones de diversos platos elaborados con papas y se enseñó el envasado de la papa en botes de cristal.

Asimismo, en la misma jornada del sábado, y como viene siendo habitual en los tres años anteriores de este encuentro, se preparó una carbonera, que se abrió el domingo, día 8 de junio, día en que se presentará el libro Fogueras: Elaboración de Carbón Vegetal en Vilaflor.

Esta cuidada edición ha estado a cargo de la editorial Llanoazur y escrita por el historiador y etnógrafo Marcos Brito. José Joaquín Bethencourt ha señalado que “después de tres años realizando carboneras, o fogaleras como se llaman en Vilaflor, este año nos propusimos tener un colofón de lujo editando un libro que recogiera la tradición oral sobre esta costumbre del pueblo. El trabajo fue encargado a Marcos Brito, que es un etnógrafo de reconocido prestigio y cuya editorial se dedica mayoritariamente a publicar libros sobre nuestras tradiciones”.

Brito explicó que ha estado varios años recopilando datos sobre las tradiciones carboneras de Vilaflor. “A finales del siglo XIX y principios del XX había una práctica de subsistencia en la actividad del carbón. Se hacía carbón principalmente de pino y retama, y esto es lo que se recoge en el libro, la tradición oral de estas gentes que aún siguen haciendo carboneras y que vivieron de pequeños, en la época de la posguerra, gracias a esta actividad que en muchos casos era clandestina”. El libro recoge también el aprovechamiento vecinal de esa práctica y las denuncias existentes en los archivos del ayuntamiento de Vilaflor y de la Orotava de aquellos que subían a hurtadillas a hacer el carbón a las cumbres sin permisos municipales.

También, en la jornada de domingo, se celebró una muestra de restauradores, y a las dos y media habrá una comida popular, con papas, cerdo y vino de la zona, que clausuró la parranda de La Escalona.


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