Catedrático de Bachillerato. Máster en Lengua y Literatura de Formación del Profesorado. Durante sus años universitarios forma parte del grupo fundador de la colección Mafasca* de poesía, reunido en torno a la acogida y amistad que les brindara Carlos Pinto Grote*. A partir de ese momento se configura la que será la generación de Poesía Canaria Última*. Una vez concluidos los estudios, fija su residencia en La Laguna, donde ejerce como profesor de Literatura, toma contacto y fragua amistad con los poetas tinerfeños de la generación precedente y participa activamente en la actividad literaria. Ha sido secretario de redacción de la revista Fetasa* y miembro del equipo redactor de Cuadernos del Ateneo*. Colabora con ensayos, artículos y poemas en los diversos suplementos literarios de la prensa insular, en Tenerife y en Las Palmas de Gran Canaria, así como en varias revistas españolas y extranjeras. Entre sus ensayos críticos figuran: Los versos del capitán (1969), El arte, el público y la crítica (1973), La poesía canaria de posguerra (1978), Juventud de Blas de Otero (1979), Poesía canaria y tradición (1987), Gil de Biedma: el paso del tiempo y yo (1990) o El universo contrapuesto (1991). Su obra poética se inicia con una breve entrega, Seis poemas (1969), separata de la revista Carabela (Barcelona), a la que seguirán: Cenizas (1970), Balkan B-727 (1977), Vesalio (1981) o Flasch + Utopía (1985). En 1993, publica la serie Epitafio guanche, con grabados del escultor Pepe Abad. Ese grupo de poemas se incluirá en su siguiente libro, Moverá el aire la noche (2002). En 2006 aparece Puede el mar y Músicas de la noche, una amplia selección de su obra a la que el autor suma algunos inéditos y otros poemas no recogidos en libro. Del arenal del tiempo (2010) forma parte de la colección La llama sin brasa que pretende recuperar la obra de los poetas de Poesía Canaria Última. Su obra figura en las más destacadas antologías de la poesía canaria. Y poemas suyos han sido traducidos al inglés, al alemán y al italiano.