Revista nº 1042
ISSN 1885-6039

María Teresa Alberto Cabrera: Premio Insular de Artesanía 2013.

Lunes, 01 de Abril de 2013
Redacción BienMeSabe
Publicado en el número 464

La comisión organizadora de la Feria Insular de Artesanía, integrada por el Ayuntamiento de Antigua y la Fundación Colectivo Mafasca (Fuerteventura), ha decidido otorgar el Premio Insular de Artesanía a la caladora y tejedora María Teresa Alberto Cabrera.

 

Nacida en Maninubre en 1947, es la segunda de diez hermanos. Como tantas personas de su generación y de la Fuerteventura ligada al campo, creció ayudando a su familia en las tareas agrícolas y ganaderas, “arrimando el hombro para ordeñar, hacer el queso o tostar el gofio antes de llevarlo al molino de los Acosta, en El Durazno”. La artesana de Antigua destaca que el oficio de caladora lo aprendió de su madre, natural de Ampuyenta. “Me decía que encendiera el quinqué para empezar a calar”, porque el trabajo del campo y de la casa no permitía desempeñar esta labor artesanal hasta que llegara la noche. Además, era una fuente de ingresos para la economía familiar y todavía recuerda cómo “marcábamos los pañuelos y los vendíamos en la tienda de Luisita Machín, en Valles de Ortega, y en la de Carmensa, en Antigua”. Junto a los pañuelos, destacan posteriormente “los caminos de mesa, las bandejitas, los cojines, algunas cortinas y los trajes para la primera comunión, pero por encargo”, así como otras piezas de calado fino.

 

Además, la labor de María Teresa Alberto está ligada al tejido. Durante los últimos doce años trabajó en el Ecomuseo La Alcogida, perteneciente a la Red de Centros y Museos del Cabildo de Fuerteventura, mostrando a los visitantes el oficio que le enseñó Juana Betancor Sicilia. La artesana de la palma, el calado y el telar, Premio Insular de Artesanía en 2002, fue su profesora a partir de un curso que dirigió en el Molino de Antigua en 1998. Desde entonces ha continuado con la tradición, siempre en el único medio que existía para fabricar ropa de abrigo hasta la aparición de la industria. Entre los artículos elaborados figuran alforjas, fajines, telas para chalecos, mochilas, traperas, chaquetas, colchas de tachones... También ha impartido clases a través de dos cursos formativos organizados por el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Fuerteventura. Ahora espera seguir aportando su granito de arena en el pequeño taller de su casa. “Mi ilusión, desde que enseñaba, era que el oficio se promocionara y no se perdiera”, para la gente joven se fuera incorporando a la artesanía. Es consciente de que es un laborioso trabajo y de que es necesario disponer de un telar, pero “las cosas parecen más difíciles de lo que realmente son y toda persona puede aprender lo que otra hace”, sentencia.

 

La artesana de Antigua ha participado en la Feria Insular de Artesanía, tanto en en el stand de los organizadores como en el del Cabildo de Fuerteventura, siendo una ardua colaboradora en el desarrollo anual de la muestra, que este año cumple su 26ª edición y que se celebrará desde el 9 hasta el 12 de mayo.

 

 

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